A mí también me operaron de anginas en los 80

Quirofano

No nos librábamos ni uno. Que un niño hasta los seis años sufra varias veces al año una infección de anginas es de lo más normal. Hoy en día en la mayoría de los casos se soluciona con antibiótico, pero a nosotros directamente nos las extirpaban.

Es muy habitual cuando el medico pregunta a alguien que ha ido a la EGB, a la hora de hacer un historial clínico, “¿Ha padecido alguna operación?“, que este le responda: “No, bueno, de anginas ya sabes“. ¿A ti también te operaron?

Al menos yo tuve suerte de operarme en los años 80 y pasar por quirófano. Y es que en los años 60 y 70 se operaban a los niños en el mismo ambulatorio. Un poco de gas trilene para anestesiar, el médico cogía esa especie de guillotina llamada sluger, cortaba la amígdala y a por el siguiente. De película de terror.

Lo que te puedo garantizar es que que por muchos años que hayan pasado, seguro que todavía no has sido capaz de olvidar aquel momento, esto es todo lo que yo recuerdo.

Anestesia quirofano

-El color verde de todo el quirófano y la ropa de los médicos.

-Preguntarme si tenía sueño y responder que no.

-Acercarme una mascarilla con un olor horrible que te ahogaba, ahora sí.

-Aparecer unos monstruos verdes gigantes con un montón de tentáculos que querían introducirse en mi boca. Más tarde hablé con más gente de su operación y curiosamente todos habían visto ese monstruo.

-Despertarme en una habitación del hospital con un montón de camas sin saber muy bien qué había pasado ni como había llegado hasta allí.

-Un dolor enrome de garganta que no me dejaba ni tragar saliva. ¿Pero no me la habían extirpado?

-Mi madre hablando todo el rato de helados y polos y dándome bebidas con un montón de hielos, cuando siempre me los había quitado. ¿Seguro que esa era mi madre?

Helados Frigo 80

-Llegar a casa y directamente abrirme la puerta de la nevera a la que sólo le faltaba el cartel con los diferentes tipos de helados para convertirse en un puesto de Frigo.

-Mi madre cada 5 minutos: “¿Hijo, quieres ahora una heladito?

-Mi hermana poniéndose ciega a helados todo el día, porque lo que es yo no los probé.

¿Qué recuerdas tú de tu operación de anginas?

También puedes ver:
Nos vamos a una farmacia de aquella época: medicamentos viejunos
Qué fue de… la mercromina
Cómo era la visita al Practicante: el caramelo del terror


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Comentarios (163)

  • Raquel Reply

    Digo yo, que se note que la EGB hizo algo en nuestro nivel cultural… Las anginas te las eXtirparon, ¿no? (Véase final del primer párrafo).

    20 octubre, 2012 at 17:49
    • Jorge Diaz Reply

      Y encima en negrita. Corregido. Gracias. Raquel.

      20 octubre, 2012 at 18:02
      • queti Reply

        hola

        20 junio, 2018 at 21:01
    • Diana Reply

      Pues para mi es uno de mis mejores recuerdos,yo habia oido que más tarde o más temprano me lo tendría que hacer y me lo tomé como algo necesario para hacerse mayor.Cuando llegó el dia fuí con mis padres,me
      sentaron,creo recordar en las rodillas de alguien,todos muy amables,supongo que me anestesiarian la zona
      y recuerdo una especie de megapinzas y como me sacaban unas bolas de carne ensangrentadas y luego mi madre me ponia una toalla en la boca y así hasta casa… a la camita,muchos mimos y muchos helados y sintiendome muy especial e importante delante de mis hermanos,y lo mejor… el más maravilloso regalo para mi
      del mundo mundial…una bolsita imitando las de la compra de nuestras madres llena de pimientos,zanahorias,tomates,limones..etc ,todo de plastico.Yo era pequeñita y pasé unos dias en la cama jugando con aquello tan sencillo,dias que jamás olvidaré

      21 octubre, 2012 at 17:01
      • Anónimo Reply

        Tengo exactamente el mismo recuerdo. Añado que mis amígdalas fueron a parar a una palangana donde ya reposaban unas cuantos pares… Mira que se lo he contado muchas veces a amigos y allegados y siempre me decían que es imposible que así fuera y por fin sé que no lo soñé que realmente fue como pasó todo.
        Eso si, ¡al día siguiente al cole!

        23 octubre, 2012 at 11:25
        • daniel Reply

          Totalmente traumatico, la mia fue igual.

          22 marzo, 2014 at 20:35
        • Mada Reply

          Uf yo lo recuerdo como una experiencia horrible…todavía hoy recuerdo perfectamente el ruido de mis amígdalas al caer en el cubo con las otras amígdalas de los otros pobres desgraciados. Debí vomitar porque de repente había sangre por todos lados y mi madre pobrecita de la impresión se desmayó y todos corrieron a atenderla mientras yo me desangraba….qué mal recuerdo. Y si me pongo a hablar de las inyecciones de penicilina que me pusieron…horror!!!! Eso sí, la recuperación en la cama de mis padres y todos pendientes de mí.

          22 marzo, 2014 at 22:06
        • Dani Reply

          La peor experiencia de mi vida…a mi no me durmieron totalmente fue anestesia local me las quitaron y cada una me las iban enseñando y como a ti las dejaban en una palangana de acero… Después me dieron una toalla para me la pusiera en la boca y la toalla se ponía roja de sangre todo el rato, no podía tragar de dolor, me dijeron que acompañara a la enfermera hasta mi habitación donde estaban mis padres, fuimos caminando sin silla ni camilla ni leches y aquella enfermera iba parándose y hablando con todo el que encontraba mientras yo sangraba por la boca sin parar que hasta recuerdo la mujer de la limpieza le dijo lleva al niño ya a la habitación!!! yo tenía 5 o 6 años…no tengo ningún recuerdo de aquella época más claro que este.

          23 marzo, 2014 at 07:38
          • Anónimo

            Tenia logica, o era un negocio? La generacion de mi hijo, hacia 2004, todos operados de oidos…..!?

            18 enero, 2017 at 19:20
      • roussss Reply

        yo tengo casi el mismo recuerdo, los paños que parecian de cocina con el sabor acre de la sangre y despues de las pinzas, la enfermera sosteniendo la bandeja debajo de mi barbilla y dandome una especie de cubitos de hielo pequeños, me decían que los chupara y los escupiera asi varias veces. Y de reposo en clínica nada, directamente a casa. Lo bueno es que en lugar de mi cama recibía a las visitas en la cama grannnnnnnnnnnnnnde de mis padres que era mi lugar preferido de casa porque me echar como me echara nunca me sobresalían la cabeza ni los pies.

        Por cierto además de las anginas también era costumbre quitar las “vegetaciones”. A vosotros también os ocurrió?

        22 marzo, 2014 at 20:36
      • Anónimo Reply

        Parece que estoy teniendo un dèja vu, lo mismo lo mismo me pasó a mí

        22 marzo, 2014 at 20:55
      • Bettina Reply

        Hermosa historia

        2 mayo, 2018 at 06:35
      • Anónimo Reply

        Pero te anestediaron al menos la garganta???? Porqué a mi no
        Y que dolorrrr las bolitas de carne horrible

        31 julio, 2018 at 20:23
        • Chi Reply

          No.chillaba cómo nadie nunca ha hecho. Del 2 piso se oía casi por no decir al la calle mis chillidos

          31 julio, 2018 at 20:31
        • Carmen Reply

          No me anestediaron. Del segundo piso del hospital se oía chillar. Horrible no lo he olvidado pero estoy viva.

          31 julio, 2018 at 20:47
      • Anónimo Reply

        Hermoso relato

        30 septiembre, 2019 at 01:34
  • golpeestado Reply

    Como para olvidarla, fué la misma noche del 23F.con 5 añitos encima sin dormirme ni nada aquellos medicos con las linternas en la cabeza k miedooo lo k llore,pero despues fue mejor porke solo me daban helados

    20 octubre, 2012 at 17:51
    • Draco Reply

      El mismo dia que yo solo que yo por la mañana y un año menos. Eso sí, a mí tampoco me durmieron…

      20 octubre, 2012 at 18:08
    • Farah Jones Reply

      Hola, estoy investigando sobre posibles secuelas a futuro por la cirugía, a mí me las sacaron y ahora en la adultez tengo problemas como dolor de garganta diario en la mañana, no puedo retener el agua fuera de mi nariz cuando nado, tengo voz chillona, no me enfermo muy seguido, pero quería saber si alguno de ustedes sufre de algo así. Saludos.

      5 octubre, 2019 at 17:21
  • MUKAKE Reply

    5 años tenia yo…………. en una Clinica…. habitacion para mi solita…. aita y ama alli conmigo.. viene la petarda de la enfermera…. BRUJAAA!!!! tengo su cara grabada…. me lleva a una salita… me sientan, me atan los pies y las manos…. me sujetan la cabeza hacia atras.. por el pelo… asi estan seguros de que no me voy a mover… sin anestesia ni nada me mete esas peazo tenazas …… lo demas lo dejo…. el final es parecido al tuyo….. mimtios de aita y ama… helados y mas helados……….. pures agggggggggggg…. y con la cara de aquella bruja aun en la mente… LO PEOR DE LO PEOR.

    20 octubre, 2012 at 17:51
    • Farah Jones Reply

      Hola, estoy investigando sobre posibles secuelas a futuro por la cirugía, a mí me las sacaron y ahora en la adultez tengo problemas como dolor de garganta diario en la mañana, no puedo retener el agua fuera de mi nariz cuando nado, tengo voz chillona, no me enfermo muy seguido, pero quería saber si alguno de ustedes sufre de algo así. Saludos.

      5 octubre, 2019 at 17:23
  • robert Reply

    a mi me operaron con casi 15 años, y todo porque era muy bajito y segun el medico no crecia por culpa de las amigdalas, recuerdo que me operaron por la tarde y tenia hambre porque estuve en ayunas todo el dia y ya no podia conmigo, a la hora de la cena me trajeron un caldito de mier.. frio y yo tenia tanta hambre que termine comiendome media empanadilla, la otra media no tuve cojo… a que pasara por una gargante totalmente ensangrentada, ah y lo de los helados a mi ni uno, eso si pasados los dias mis amigos decian que me habia cambiado la voz y yo les decia que no era lo unico que me habia cambiado

    20 octubre, 2012 at 17:54
    • Jorge Diaz Reply

      Y a partir de ahí ¿creciste?

      20 octubre, 2012 at 18:03
      • robert Reply

        si, lo cierto es que pegue el estiron aunque no mucho,pero creo yo que con mis amigdalas mediria lo mismo

        27 octubre, 2012 at 10:55
    • Farah Jones Reply

      Hola, estoy investigando sobre posibles secuelas a futuro por la cirugía, a mí me las sacaron y ahora en la adultez tengo problemas como dolor de garganta diario en la mañana, no puedo retener el agua fuera de mi nariz cuando nado, tengo voz chillona, no me enfermo muy seguido, pero quería saber si alguno de ustedes sufre de algo así. Saludos.

      5 octubre, 2019 at 17:23
      • Marta Reply

        A mí me engañaron vilmente, hoy no vas a la guardería, tendría 5 años …me llevaron a una clínica y no habitación ni ostias , pasear lado de un niño que supongo le habrían hecho lo mismo, con una toalla ensangrentada en la boca, y es que había que llevarte la toalla de casa, la mía era de ensidesa, donde mi padre trabajaba, me pasaron a una sala como de dentista, me sentaron en la típica silla de dentista y entre unas cuantas enfermeras me agarraron manos y piernas y vi venir como unas tijeras o algo así muy grandes hacia mi, luego me echaron un flis en la boca y para casa, 15 días en la cama sin poder casi ni tragar saliva,yo lo llamaba el “pellizco” y recuerdo que me pusieron en la habitación la única tele de la casa, y mi tía me regaló el juego quién es quién.Vamos trauma no lo siguiente…

        16 febrero, 2020 at 12:40
  • Bluedream Reply

    Lo mio fué peor…..en el ambulatorio los niños entraban por una puerta por la que no salia nadie….nunca. Cuando me tocó a mí lo entendí..”sientate bonita que esto no duele”…un sillón tipo dentista, un cubo de hojalata lleno de gasas ensangrentadas, y una enfermera que te sujetaba la cabeza por detrás del sillón…”abre la boca…” Y un puss puss que era la anestesia (teoricamente claro)…y en un visto y no visto…zas..zas ,anginas fuera. Toalla a la boca y salir por la puerta de atrás ….. Y a comer calipos tres dias

    20 octubre, 2012 at 17:54
  • maria gallardo lopez Reply

    Ja, ja, y aja ahora me rio pero como para olvidarlo , amí fué el año 69 (buen numero) y naada de quirofanos y batas azules, fué en la consulta de un practicante en Tarancon con un cirujano que bajaba de Madrid, y a las tres horitas en casa pero por suerte todo fué sobre ruedas nada de conbalescencia ni nada de eso al dia siguiente como nueva, ahora fué en vivo y en directo como he dicho anteriormente, como para olvidarlo

    20 octubre, 2012 at 17:58
  • Draco Reply

    A mí me operaron el día 23-F por la mañana. Un doctor se sentó en la silla y me dijo que me aupara encima suya. Me senté en sus piernas, me agarró con sus brazos para que no me moviera y me dijo que abriera la boca. Un segundo médico vino con el escalpelo (o como se llame) y zas, zas! con dos movimiento y una arcada que me dió, salieron las amigdalas solas… De película de miedo. Como todo el resto, lo mejor fueron los helados en la habitación donde había unos 30 niños…

    Estas cosas no se olvidan!!!

    20 octubre, 2012 at 18:11
  • carlos Reply

    Hey! Pues yo soy del 75 y a mí no me operaron…¡jo! yo también quierooo.

    20 octubre, 2012 at 18:14
    • Juan Reply

      Aquí otro que se salvó… De milagro por lo que veo XD.

      21 octubre, 2012 at 00:44
  • carlos Reply

    ¿Y había un helado llamado copa Mozart ? Lo que decimos tantas veces: la cultura de EGB era superior.

    20 octubre, 2012 at 18:17
  • raquel Reply

    Pues yo fue con 8 años creo, en el 84, y al más puro estilo años 60: consulta del ambulatorio, me sentaron encima de un enfermero que me atenazó, me pusieron un spray en la garganta para anestesiarla, y a lo vivo, vino el otro matarife y me las cercenó. Por suerte no sangró mucho, porque a mi hermana le hicieron una sangría… hoy en día habríamos denunciado hasta al Ministro de Sanidad por algo así.

    20 octubre, 2012 at 18:17
  • Anónimo Reply

    No se olvidan, no! Sin anestesia, con hemorragia, viendo la palangana de metal llenarse de sangre. Sola ahí dentro. Buuuuu. Eso sí, yo no llegué a casa y ya estaba con mi polo. Terribilis…..

    20 octubre, 2012 at 18:18
  • elena Reply

    A mi me envolvieron en una sabana mientras me decian ” abre la boca bonita”, uno me sujetaba por detras mientras el otro me metia algo a traición en la garganta, evidentemente se llevo una buena patada hasta donde alcanzaba mi pequeña pierna, tuvieron que llamar refuerzos. Además tuve la mala suerte de que en el 72 no habia helados fuera de temporada, así que me pasé una semana comiendo flanes y bebiendo leche fresquita. 1 semana porque evidentemente tambien alargué el “sufrimiento” todo lo que pude, creo que me llevé el Oscar a la mejor actriz antes que Penelope Cruz.

    20 octubre, 2012 at 18:20
    • Indalo Reply

      Parece que lo he escrito yo!!! Jajajajajaja
      A mi me pasó exactamente lo mismo en el 80 con poco mas de 4 añitos… además, como iban con retraso, la anestesia ya me la había “zampado” y fue a palo seco. 3 tios sujetándome y luego flanes y leche fresquita en ENERO!!! “Pa matá al cura”. Pero al final, para que me quedara en la cama tranquilita, me regalaron un libro donde estaba la historia de las zapatillas rojas (que se convirtió en mi cuento favorito)

      30 abril, 2014 at 17:29
    • Conchi Reply

      Yo también le aticé una patada a la enfermera tiró la bandeja con mis amigdalas y grité . Mi abuela insultó a mi madre , a mi tía , a la enfermera etc. Te echo menos abuela.

      28 agosto, 2018 at 14:27
  • cristina Reply

    Pues a mi si me durmieron, vamos que la dosis de anestesia fue para un gigante y yo tenia dos años asi que entré en coma durante 8 horas y a mis padres no les dijeron nada hasta que mi padre después de un montón de horas esperando para una simple operación de anginas casi tira abajo la puerta del quirófano… y encima no me las lograron quitar asi que una vez recuperada me operaron de verdad. Esta vez sentada encima de mi padre y con el fus fus que llamaban anestesia…. es el unico recuerdo que tengo de esos años….

    Y otro lindo recuerdo del intento de operación fué que el abre bocas o como se llame el aparato para mantenerte la boca abierta, tampoco era de mi tamaño así que me rompieron los dientes, me salieron los de verdad antes de tiempo en una boca que no cabian y fuí la mitad de mi niñez un conejito que tenía que soportar bromas sobre la legía conejo y la otra mitad aguantar el aparato en los dientes…

    20 octubre, 2012 at 18:23
  • Davintxo Reply

    yo tuve suerte que me las quitaron de bebe y no me enteré, pero alucino leyendo que no os anestesiaban, si me acuerdo lo de los helados cuando operaron a mis primos. o sea que es verdad que se operaba a casi todo el mundo sin anestesia por lo que leo, que fuerte y dolia mucho?

    20 octubre, 2012 at 18:24
    • nosinmibici Reply

      A mí no me creen cuando lo cuento pero sí, operaban sin anestesia… y para mi fue realmente pavoroso. No recuerdo el dolor, recuerdo el pavor… jajaja

      29 octubre, 2012 at 20:38
  • Carlos Reply

    QUIERO QUE ME DEVUELVAN MIS AMÍGDALAS!…

    20 octubre, 2012 at 18:28
  • Belen Reply

    A mi me les quitaron en los 70 en el ambulatorio y sin anestesia, solo recuerdo verlas y oirlas caer en la bandeja

    20 octubre, 2012 at 18:32
  • Toni Reply

    Yo recuerdo el aparato metálico que te ponían en la boca para que no la cerraras , terrorífico y los polos después no había quien se los comiera, porque no podía tragar ni saliva

    20 octubre, 2012 at 18:50
    • Conchi Reply

      Mi nevera llena de polos y ni el agua de un cubito me pasaba. Que dolor tan horrible!!

      28 agosto, 2018 at 14:31
  • susana Reply

    Pues a mí no me las quitaron en el ambularotio, si no en una clínica, recuerdo a una monja que me sujetó con una sábana, y un tío me puso un fus fus y luego otro me metió algo en la garganta, y zas… Tenía yo tres años…

    20 octubre, 2012 at 18:52
  • Gema Reply

    Madre mía, ¡de la que me libré! Yo me libré por los pelos de que me operaran, y eso que de pequeña padecía mucho de la garganta y me daba siempre fiebre muy alta, pero mi pediatra debía ser el único médico sensato de los ochenta y al final el hombre creyó más conveniente no operar y dejar que la naturaleza sabia y el tiempo actuaran por su propia cuenta… y así fue, ni de adolescente ni ya de mayor volví a tener graves problemas de garganta.
    Pero yo recuerdo a niñas de mi clase que sí les habían operado y que contaban auténticas atrocidades gore, como las que estoy leyendo aquí, de película de terror. Estaré eternamente agradecida de que por suerte no me tocara vivir algo así con 3 o 4 años…

    20 octubre, 2012 at 19:10
  • Anónimo Reply

    Yo sólo recuerdo que el doctor me dijo: “mira mi reloj nuevo”. y fuera coña, me quedé grogui mirando el reloj, todavía me pregunto cómo se las apañó.

    20 octubre, 2012 at 19:27
    • Anónimo Reply

      Je je era un médico brujo! Algo te daría antes y no lo recuerdas, digo yo..

      21 octubre, 2012 at 11:37
  • Geyperman Reply

    Joer, que mal rollo, jojojo, en mi caso con 5 años en el Hospital, lo menos 15 niños llorando esperando su turno acojonaba más, hasta que llegaba tu turno salias de la habitación, te metian en quirofano y te anestesiaban solo la garganta, aunque la operaciónes de fimosis también tenian lo suyo gore gore

    20 octubre, 2012 at 19:46
    • José Manuel Reply

      De la operación de amigdalas me libré, pero no de la de fimosis. Reconozco que grité como un cerdo, no aguanté na.
      Mi madre me dijo que le mordiera la mano (pero mamá, si yo te quiero, ¿por qué te voy a morder la mano?)
      y al final fue con una almohada.
      Luego, es como si la “colita” tuviera una herida y el “pis” fuera desinfectante, así que mi madre me preparó un baño con agua caliente, y fuí meando poco a poco, gota a gota, hasta que porfín lo solté todo y me dejó de doler. No recuerdo si me dieron baja en el cole…
      Perdonar el resucitar un blog antiguo, pero me han vuelto los recuerdos.

      24 marzo, 2014 at 22:46
  • Mamen Reply

    A mi no me han operado de anginas, afortunadamente. He tenido esa suerte! Eso sí, he pasado por el quirófano 2 veces hace unos años. Pero para operaciones con anestesia local!

    20 octubre, 2012 at 19:49
  • Ester Reply

    Pues a mi me operaron en el 69, con 4 añitos. Fue en el ambulatorio, había muchas mamás con sus niños, todas llevaban varias sábanas y toallas, por que no las daban. Los niños entraban por una puerta y ya no se les volvia a ver. Cuando me tocó a mi, me ataron con una sábana, me sentaron entre las piernas de un gigante con bata blanca, se acercó otro gigante (o bestia) con bata blanca llena de sangre, entre los dos me abrieron la boca y el de la bata ensangrentada me metió unos hierros en la boca con forma de “L”. No sé si me anestesiaron pero sí me dolió mucho, luego a casita y a ofrecerme helados que yo no recuerdo haber comido ninguno y un montón de días sin poder hablar nada más que en susurros. De terror… verdad?

    20 octubre, 2012 at 19:51
  • Cristina Reply

    A mí me operaron con 5 años. Mi anestesia fue un supositorio que me tuvo que poner mi madre media hora antes de la operación. Empezó a hacerme efecto en la sala de espera y me pillé una borrachera…(aunque entonces, obviamente no sabía lo que era eso), así que me puse a hacer esquí acuático con las medias de mi madre… Luego en la sala lo último que recuerdo es que tenía que contar de 10 a 0 pero creo que sólo llegué al 8. Y esa noche en casa mis padres me dejaron dormir en su cama! Luego todos mis vecinos me regalaban puzzles y flashes y helados… Para mí fue bastante bueno.

    20 octubre, 2012 at 20:20
  • Sonunna Reply

    Yo fui operada en el año 78 (tenía 5 años) y lo que recuerdo es que me llevaron al hospital de San Rafael, me ví sentada en una especie de trona y a mi alrededor habían otros niños. Un médico iba pasando niño a niño, con una bandeja donde habían unas tijeras “raras” (ahora soy auxiliar de enfermería y la imagen que tengo en mi cabeza, me lleva a algo parecido a una pinza forester, que tiene dos agujeros en la punta). En la bandeja que portaba el monstruo vestido de verde y con una mascarilla, recuerdo unas “bolas” rojas.
    Por supuesto, yo también salí con un dolor de garganta insoportable y lo único bueno de todo aquello, fue que mi madre me compró un tractorcito amarillo de metal (sí, aunque era una niña, también me gustaban los cochecitos :P )

    20 octubre, 2012 at 20:24
    • Sonunna Reply

      Ah y respecto a la anestesia, no recuerdo que me la pusieran. Si acaso, tan sólo sería el típico esprai del dentista, jajajajaja

      20 octubre, 2012 at 20:26
  • Yolanda Reply

    Yo no me entere de mucho solo que fue un 5 de enero y por la noche vinieron los reyes magos cargados de regalos por muchos años que pasan aún me acuerdo.. Tengo un bonito recuerdo.

    20 octubre, 2012 at 20:32
  • eva Reply

    no recuerdo cuántos años tenía, pero menos de 10, me operaron en una consulta privada, recuerdo una sala de espera con más niños y el ruido que salía del “quirófano”; mi padre me acompañó hasta la puerta y no soltaba su mano hasta que me sentaron en un sillón, como el de los dentistas, me pusieron un paño con algo que al olerlo me adormiló, pero había momentos que oía y casi veía lo que me hacían. Después lo de los helados como ha todos y además me compraron un libro, no recuerdo cual. Durante la recuperación las vecinas de mi madre me visitaban y me dormía mientras ellas charlaban.

    20 octubre, 2012 at 20:44
  • Paco Reply

    Yo me operé en el 78…y fuí el último de la mañana y lo que más y peor recuerdo es un cubo que estaba a los pies del cirujano donde nadaban todas las “pelotitas” que le habian quitado a los niños y niñas que me habían precedido. Y lo de la anestesia no tengo yo muy claro…recuerdo mucho dolor…

    20 octubre, 2012 at 21:19
  • corpe Reply

    a mi me operaron con 7 u 8 años, por los 70, de amigdalas y carnos, lo unico que recuerdo es el hierro en la boca, me ataron con correas y una gasa con cloroformo,, senti una sensacion muy extraña como prisionero, y nada mas, luego si que recuerdo esar en una habitacion pidiendo agua todo el rato.

    20 octubre, 2012 at 21:27
  • Ana Reply

    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡YO LAS TENGO !!!!!!!!! Tengo 40 años y debo ser de las pocas personas de aquella época que CONSERVA SUS ANGINAS.

    20 octubre, 2012 at 21:44
  • francisco javier cantero rus Reply

    yo no tuve tanta suerte de que me tumbaran en la mesa de operaciones ni que me anestesiaran del todo, en mi pueblo, en el hospital, porque teniamos hospital y todo, te lo hacian como relatas que lo hacian en los 60 y 70 de los ambulatorios, ¿porque, si era un hospital, seguian haciendo eso? pues por que todos los medicos que hacian esas operaciones en los ambulatorios los metieron de lleno en el hospital recien estrenado haya por el año 75, en fin que a mi me cogio un celador, encima amigo de mi padre, me sento en su rodillas, me cogio por los brazos el pecho y las piernas, y otro celador me sugetaba la cabeza, vino el medico no se lo que me dio o que me hizo que me atonto un poco, de lo unico que me acuerdo a partir de ahi es de lo frio que estaba el instrumental que me metieron en la boca, esa sensacion tan mala del metal rozando por los mis dientes, y en un momento, sentir un dolor imcreible que me ahogaba, el siguiente fotograma que recuerdo es la imagen de tener que escupir sangre en una palangana de acero inoxidable que tenian en el suelo, luego me sentaron en una silla de ruedas y el mismo celador que me sento en sus piernas para inmovilizarme estaba hablando con mi padre de que me habia portado muy bien y que era un tio muy machote ( ya ves tu con cuatro añicos que tenia, que lastima) dios, tengo los pelos de punta ahora mismo.

    20 octubre, 2012 at 22:24
  • ana Reply

    A mi tambien me operaron,tenia unos 5 añitos,k miedo pase,jamas se me olvidara….me tuvieron k atar por k no habria la boca.Lo bueno de eso es k todo el mundo k fue a verme me llebava helados,k ricos!!!!

    20 octubre, 2012 at 22:38
  • Arantxa Reply

    Ufff, que recuerdos!. Yo tengo muy claro de estar en un quirófano, ver al médico con una especie de tijeras enooormeees camino de mi boca y escuchar voces. No tengo ni idea si fue sedación, anestesia o qué pero lo de las tijeras me marcó. Y que después, en el hospital, mi abuela vino a hacerme un regalito: un juego de operación, con su bandejita con cajitas, y unas tijeras!!! que mal me sentó aquello.
    Y luego el escuchar a mi madre cientos de veces diciendome que no podía comer PAN, que sopitas y helados. A las dos semanas recuerdo con emoción que me dejaba tomar la miga de pan, ya era feliz.

    20 octubre, 2012 at 23:06
  • Anónimo Reply

    Yo me libré por los pelos… unos médicos decían que no hacía falta operar, y otros que era mejor operar… al final, se impuso el “no es necesario” y me libré!

    20 octubre, 2012 at 23:31
  • Belen Reply

    A mi me operaron con 3 años en la propia consulta del otorrino. Siempre lo comparo con la matanza del cerdo…a mi tambien me sentaron en ese sillon q mas bien era d barbero y me cubrieron con una gran sabana blanca q termino cubierta d sangre…y el circulo ese d metal q llevaba el medico en la cabeza??? Mi padre dice q el sonudo q salia d mi garganta era como el d los gorrinos antes d matarlos…se desmayo el povre hombre…y el helado…mi hermano tambien se tomo el mio..pero para encontrar un helado en pleno mes d diciembre…tela!! Mi padre se recorrio todos los bares d la ciudad..y es q entonces en los super no vendian helados todo el año!!!

    20 octubre, 2012 at 23:37
  • Doc Reply

    Juraría que -al menos en mi caso- fue una especie de cirugía ambulatoria, porque recuerdo estar sentado con mis padres -sin olerme la tostada- en una sala de espera, salir una enfermera a cogerme de la mano y yo mirar hacia atrás viendo atónito como mis padres se habían levantado pero no venían conmigo… ¡Traidores!

    No sé si fue porque era muy canijo o porque estaba revoltoso (a-co-jo-na-do) pero recuerdo que me metieron y me desperté después en una especie de cuna/parque/celda inexpugnable… tendría 3 ó 4 años (1981, creo) y tengo grabado a fuego en la mente la enorme mascarilla negra que me tapó media cara, y el ese peculiar olor del anestésico que, aún hoy, a veces lo percibo en los hospitales.

    Después vino una hernia, después el apéndice… pero eso ya me pilló más mayorcito. Saludetes! ;)

    21 octubre, 2012 at 00:00
  • PACO Reply

    A mi me las quitaron en el ambulatorio, recuerdo que me llevaban por unos pasillos blancos, hasta la sala donde me las extirparon, me sentaron en un sillón y me colocaron una bandeja en forma de habichuela, luego zas corte con unas tijeras-tenazas sangre a montones y una albondiga de carne a la bandeja, repetición de la operación y listo , para finalizar el médico me enseñó Su obra, la bandeja ensangrentada con dos albondigas-amigdalas, aunque no tengo recuerdo de dolor, también me regalo mi madre un muñeco de e.t que estaba de moda y que tuve al menos hasta los 19 años y para casa.

    21 octubre, 2012 at 00:11
  • Luciano Reply

    A mi nunca me operaron (tengo ya 41), pero siempre viví con ese temor a que llegara algún día ese momento..

    21 octubre, 2012 at 00:57
  • victoriano castro Reply

    pues a mi me pilló en el primer año de la década y me las operaron en “vivo”…de dormir nada…te abren la boca…te colocan un chisme para que no cierres….te meten el cortador de amigdalas y…para el gato…decía en tío gracioso…a mi no me operan de nada más en la vida….ni que me muera vamos….

    21 octubre, 2012 at 01:01
  • mahjong Reply

    Pues lo siento pero a mi no me durmieron. Y me operaron de dos cosas, amígdalas y vegetaciones. No entiendo como hicieron esa barbaridad, pero recuerdo que me lo hicieron despierto y de vez en cuando pedían que escupiese en una palangana… claro escupía sangre.

    Es uno de mis peores recuerdos en esta vida.

    21 octubre, 2012 at 02:37
  • Alicia Reply

    A mí me lo hicieron sin anestesia, me subieron encima de un señor de verde que estaba sentado en una silla, me agarró que no podía ni moverme… y vino una bruja con unas tenazas y me dijo abre mucho la boca… me las sacó y las dejó en una bandeja delante de mis narices, como dos albondiguillas sangrantes… para no olvidarlo jamás! Menuda psicología se gastaban en la época, te dejaban un trauma de por vida.
    En mi caso también éramos una fila de niños, cada uno con una toalla grande debajo del brazo, traída de casa. Entrábamos por una puerta y salíamos por otra mutilados, para que los que esperaban para entrar no supieran a lo que iban. Helados durante una semana, y mucho, mucho dolor…

    21 octubre, 2012 at 09:03
    • V Reply

      Yo también las tengo y soy del 70 menos mal

      21 octubre, 2012 at 09:59
    • mahjong Reply

      Exactamente mi misma experiencia… menos mal que en mi caso era un doctor y yo tenía 7 años. En serio que es uno de mis peores recuerdos en mi vida, y tengo 45 años y he vivido de todo.

      21 octubre, 2012 at 10:44
      • mahjong Reply

        Perdon, con lo de que “menos mal era un doctor y tenía 7 años” lo decía porque con más años y siendo doctora seguro que me hubiese convertido como poco en misógino.

        21 octubre, 2012 at 10:45
  • R Reply

    Pues, desde aquí, comentaros que yo estuve hasta casi los 7 años en un pueblo y el médico de allí, que para ser un pueblo de menos de 2500 habs. tenía hasta Rayos X…. (finales de los ’70), era la persona más contraria a esas barbaridades. Yo me libré por el médico.
    Esas cosas de las amígdalas le parecían supersticiones. Para él, sólo era necesario en casos muy contados, no en todos. Y siempre dedicaba un rato a leer las cosas más novedosas de la medicina. No se me olvidará nunca D. Manuel……

    21 octubre, 2012 at 11:27
  • Patri Reply

    Diez años, sala de espera llena de mocosos (como yo) “Que pase fulanito de tal” y a los 5 minutos se oía un grito aterrador del fulanito. “Mamá, esto no dolerá, ¿verdad?” ; “No duele nada, Patricia, es que estos niños son unos caguetas”; “ah, vale” (inocente).
    Me hacen pasar al quirófano, un señor me envuelve en una sábana para que no me mueva, otro me coge y me sienta encima de él y me ponen un abrebocas, que poco más y me desencajan la mandíbula. Me aplican un spray que te deja en un estado onírico extraño en que el dolor le sientes igual y me oí gritar a mí misma, con un tono estremecedor que todavía me acuerdo. Ahora sé que a ese tipo de “anestesia” en la jerga médica de la época le llamaban “aguanta monín”.
    Lo siguiente que me acuerdo es estar escupiendo sangre en una batea metálica “Tose fuerte Patricia, échalo todo”. Luego me llevaron a una habitación y la monja me trajo una tarrina de helado y para casa (a una hora de coche) no pasaba nada porque dios no quería.
    Yo ahora soy enfermera y en la planta donde trabajo se operan amigdalectomías en niños y menos mal que se ha avanzado una barbaridad. La intervención en sí es la misma pero las precauciones que se toman no tienen nada que ver: Anestesia general (no “aguanta monín”); ingreso de 24 horas para vigilar el sangrado (que es el mayor riesgo); medicación en vena para el dolor; suero para prevenir la deshidratación.
    Ahora, os digo una cosa, los niños de antes debíamos estar hechos de otra pasta porque yo no recuerdo tener dolor después de la intervención, y el mismo día por la tarde estaba jugando en la calle y al día siguiente, al cole!

    21 octubre, 2012 at 11:42
  • Carlos Román Reply

    A mi me daban unas fiebre tan altas que perdía el conocimiento, según me dicen, yo esa enano y no me acuerdo de casi nada. Me quitaron anginas y vegetaciónes, pero fue en un hospital. Tengo un recuerdo muy raro de aquello y sólo recuerdo ver a mis padres en la puerta estando yo en una sala enorme (que seguro no lo era tanto) y bañar con números.. los tendrían o lo soñé ? Por cierto, que narices son las vegetaciónes? Je je je..

    21 octubre, 2012 at 11:45
    • Carlos Román Reply

      Estos móviles y su escritura intuitiva. Camas con números quería decir.

      21 octubre, 2012 at 11:48
  • Mer Reply

    Maldigo el Popeye de naranja de las narices que me hicieron comer cuando me espabilé de la operación!! Es lo más horrible que recuerdo, 3 niños en la habitación comiendo polos y vomitando sangre a la vez. ¡¡¡¡¡¡Que horror!!!!!! Y así quedamos, traumatizados de por vida y con fobia a los Popeyes xD

    21 octubre, 2012 at 12:42
  • Irene Reply

    Entré tres veces en el quirófano para q me las sacaran… y tres veces salí sin operar, eso sí… dormidita!!!
    Sin embargo la de vegetaciones… ufff sentada sobre las rodillas de un fulano q me agarraba brazos y piernas mientras otro desde el frente me abría la boca y … ale!!! Trauma de por vida!!! Me pasé todo el día vomitando!!! puaajjjj q asco!!!… Y de los helados me acuerdo!!! Tarrinas de avidesa dos sabores!!! jajajajaja

    21 octubre, 2012 at 13:03
  • Luis Reply

    ¡¡Dracula, Dracual, Dracula!!

    21 octubre, 2012 at 17:58
  • lourdes Reply

    a mi tambien me las quitaron y de lo que mas me acuerdo,fue de que desperte pidiendo un bocadillo de chorizo !!!mira que era inocente!!!!

    21 octubre, 2012 at 18:39
  • Anónimo Reply

    A mi no fuero las anginas, pero si las vegetaciones…y fue como una abducción, llegas , te mira el medico vestido de verde con una cosa redonda metálica rarísima …y ya no me acuerdo de mas que de salir por la puerta en busca de un helado…q en este caso pedí yo…no se si venia bien o no…y sin saber muy bien que coño me habían quitado…una lechuga?….

    21 octubre, 2012 at 20:45
  • mari Reply

    A mí me las quitaron cuando tenía un año y medio y no era lo normal, porque siempre me ha contado mi madre que las operaban a partir de los tres años, pero como yo me pasaba todas las comidas vomitando todo, el médico decidió operarme y que así me curaría, lo que sí que me ha contado mi madre es que cuando me habían operado la las anginas el médico le dijo que si quería que a la vez de vegetaciones, sin tener ningún problema de salud y ala!!, dos por el precio de una: de anginas y de vegetaciones a la vez, VIVAN LAS FARINGITIS DESDE ENTONCES.

    22 octubre, 2012 at 09:50
  • macarrasquilla Reply

    Yo soy del 75 y creo recordar que me las cortaron con siete u ocho años (la próxima vez que baje al pueblo se lo preguntaré a mi madre para que me lo confirme). De lo que sí me acuerdo es que me las cortaron más o menos como habéis comentado la mayoría. Fue en la consulta privada de un famoso otorrinolaringologo de Talavera de la Reina. Mi padre se sentó en una silla, a mí me pusieron una especie de sábana o toalla blanca (como si fueran a afeitarme) y me sentaron encima de él. No sé si me anestesiaron algo, supongo que algo me echarían en la boca. El caso es que yo lo vi todo, como el médico metió las tijeras en la boca y luego iba sacando las gasas empapadas de sangre a una bandeja que había delante de mí.

    22 octubre, 2012 at 11:31
  • yolanda Reply

    Operada en 1971, con dos años. Es mi primer recuerdo. Ya no recuerdo cosas hasta años después pero aquello se grabó a fuego en mi cabeza. Silla como la de los dentistas, bandeja metálica con forma de riñón. Me enviaron a casa. En casa toallas y toallas de sangre y la hemorragia no se cortaba. Corriendo al hospital con mi abuela en el 600 de mi padre (que según dicen me salvó la vida) y unos días convaleciente sin saber si me iba para el otro barrio o me quedaba….. Una salvajada!!!, pero bueno aquí estoy para contarlo.

    22 octubre, 2012 at 15:24
  • Carmen Reply

    Me operaron en el 75, nací en el 70, desde siempre estaba mala con las dichosas anginas, dos inyecciones diarias que dolían como un hierro ardiendo que se extendía por toda la pierna. El practicante (ahora ATS) venía a casa con una vespa, que cuando escuchaba el sonido del motor corría a esconderme donde fuera, a veces mi hermana y la vecina me ayudaban a buscar escondites donde la mirada de mi madre no me encontrara, a veces debajo de mi cama, de la de mi hermana, una vez me escondieron tumbada en el sofá con los cojines encima tapándome, jeje, que inocente, esa vez me pillaron rápido. En fin quiero deciros que estaba de que me pincharan hasta…, muy harta y dolorida y según el otorrino y mi madre después de la operación se terminarían. estaba deseando que me las quitaran porque además me regalarían el osito o mosito pelusín, ¿alguien lo recuerda? lo tengo, pero tuerto y descosido :(. La operación fué en la misma consulta del otorrino en una sala parecida a un quirófano, era de azulejos blancos, había más niñ@s que iban saliendo de esa sala en brazos de sus padres medio dormidos, yo estaba tranquila, hasta que me llamaron y entré con mis padre y ¿quien estaba con el médico? ¡Jorge, el practicante!, entonces sí que tenía un poco de miedo, ya sabeis por las inyecciones, pero me dijo que no, que no me iba a poner ninguna y mis padres y el médico también, así que confié. Me sentaron en sus rodillas y él me sujetó furte los brazos con sus brazos y las piernas con las suyas, mis padrs ya no estaban, el médico me acercó un “pañuelo” blanco serían gasas, que la enfermera le pasó y que le había echado un líquido, el otorrino me dijo, huele fuerte que es una colonia que huele muy bien a ver si te gusta y luego te la regalo. Yo respiré profundo con la nariz aprisionada en el pañuelo-gasa y cuando quise apartarme porque me faltaba la respiración, me dormí. Recuerdo que soñé con el hueco de una escalera y con un ascensor que cortaban los cables, no sé si habría visto alguna peli sobre eso. Me desperté y mis padres ya estaban, Jorge me puso en brazos de mi padre que tenía en el hombro una toalla, y vi que pasaba detrás la enfermera con las anginas, unas bolas enormes que no entendía yo cómo habían estado en mi garganta. No recuerdo más dolor que cuando estaba mala con las anginas, así que nada de traumas por eso. çEstaba deseando llegar y por fin tener a mi osito pelusín fuera de la caja, antes de ese día mi madre me dejaba verlo de vez en cuando en la caja y tocarlo sólo con los deditos. Creo que a casa fuimos en taxi o en el coche de mi tío que vino expresamente, mis padres no tenían coche entonces. Por la noche vino el médico a casa y tuve que tomarme un vaso de leche, sin cola-cao,puajjj, fría para que él viera que me lo tomaba. Mi experiencia no fué nada traumática, la verdad que estaba deseando que pasara por lo de las inyecciones y mi precioso osito. A partir de entonces no me han tenido que poner ni una, no me pongo mala de la garganta, ni faringitis ni ná de ná y por fin me pude bañar en el mar los veranos. Bueno, ya lo dejo. Perdonar la extensión del relato, pero es que soy la 2ª de 4 hermana y soy la única amigdalectomizada, así que en este aspecto, soy especial, jejeje. Buen día

    23 octubre, 2012 at 10:32
  • Mr.Spectrum Reply

    Pues algunos habéis tenido suerte comparados conmigo, pues os pusieron el hierro ese en la boca pero a mi ni eso un palito similar al de los helados y eso si algo similar a una camilla,( no lo recuerdo porque estaba oscuro) y dos tíos mientras uno me sujetaba con el palo el otro tiraba con algo parecido a unas pinzas, en una salita de un cutre ambulatorio de mi pueblo.¡Que horror!

    23 octubre, 2012 at 14:09
  • Mr.Spectrum Reply

    Por supuesto sin anestesia

    23 octubre, 2012 at 14:10
  • Hugo Reply

    Pues yo tuve suerte de no haber sido operado, pero siempre me inquieto el nombre que todo el mundo le daba “anginas” y curiosamente cuando empece la facultad de medicina en USA, es una de las primeras cosas que busque, sabiendo que “angina se referia a “dolor”, asi que me di cuenta, que el nombre de “anginas” era la forma coloquial de referirse a la tonsila (ingles tonsils) o la amigdala palatina. En resumen, que no son anginas… luego la segunda cosa que busque fue el mitico “corte de digestion”

    24 octubre, 2012 at 10:35
  • lola Reply

    yo recuerdo una persona no se si hombre o mujer se sento me puso encima de ella me sujeto los brazos y me pusieron una sabana blanca de babero y no recuerdo mas hasta que llegue a casa ,me compraron helados y recortables-;pero mi marido se escapo en un descuido de los medicos y le pillaron sus tios a la entrada del hospital o ambulatorio

    25 octubre, 2012 at 12:57
  • Javier Reply

    Pues aqui un EGB al que no se las extirparon… Igual por eso no pillo gripes ahora… xD

    25 octubre, 2012 at 23:45
  • Eva Reply

    Siempre he tenido pánico a esa operación porque todos los años cogía una anginas de caballo, bueno, yo y mis hermanas, pues raro era el mes que no tenía que ir alguna a la monja para que nos pinchara. El otro día le pregunté a mi madre, porque después de leeros me sentía un bicho raro. El raro era nuestro bendito pediatra que no creía que la operación solucionara nada, así que en mi familia nos libramos.
    Deciros que fue pasar la adolescencia y olvidarme de ellas, a lo mejor nos inmunizó tanto jeringazo.

    2 noviembre, 2012 at 01:30
  • Nos vamos a una farmacia de aquella época: medicamentos viejunos - Yo fui a EGB Reply

    […] A mí también me operaron de anginas en los 80 Qué fue de… la mercromina Las colonias que nos echábamos en los 70 y 80 ¿A qué olías en EGB? […]

    24 enero, 2013 at 20:07
  • Unmeikuro Reply

    Jo, me siento apartado, yo aún tengo mis amígdalas… O vete a saber si he reprimido el recuerdo o.o xD

    Es que yo nací en el 82 y siempre he sido un chico muy sanote…

    25 enero, 2013 at 23:16
  • María José Reply

    Me operaron con casi tres años y para mi fué un trauma. Recuerdo hasta la ropa que llevaba, un mono de pana marrón, pero me vengué antes de que me operaran. Cuando me separaron de mi madre y el médico me daba “coba” para que no llorara, me tenía sentada en sus piernas y le hice un “regalito”, me meé encima de él, así que supongo que también se acordará de mi como yo me acuerdo aún de él.

    30 enero, 2013 at 18:39
  • Di Reply

    A mi me las quitaron en una clinica privada en Castilla en el 80 o asi.Me llevaron enganada porque a mi hermana ya la habian operado antes y ya me lo sabia.Me sujeto mi padre y recuerdo el dolor del pinchazo de la anestesia local en la amigdala y en los brazos de agarrarme mi padre.Tambien ahogarme con la sangre y la imagen de la bandeja metalica llena de sangre con las amigdalas ensangrentadas y la tijera.Lo mas gore fue que nos dieron las amigdalas en un frasco con formol “para ensenarselas a la abuela”.Las tiramos por el retrete al cabo de un dia.Desde entonces cada vez que tiraba de la cadena en casa de mi abuela salia corriendo por si las anginas volvian a aparecer en la taza!Que salvajada.

    6 febrero, 2013 at 23:02
  • Ana Reply

    A mí me las quitaron a finales de los 80 en el ambulatorio (yo no tuve la suerte del quirófano y la anestesia). Recuerdo que me dijeron que iba a una fiesta de disfraces, y me “disfrazaron” envolviéndome con una sábana vieja. En realidad lo que hicieron fue inmovilizarme, jajaja. Luego me sentaron en un sillón muy grande, me sujetaron la cabeza, me pusieron un abrebocas metálico y zasca zasca, me arrancaron las amígdalas con una especie de sacabocados. Recuerdo que me dolió horrores. Lo único bueno de la experiencia fue que cuando llegué a casa (a la hora, no le creáis que me dejaron en observación!) estaban varios amigos míos esperándome. Y me regalaron una caja enorme de legos!

    21 abril, 2013 at 12:06
  • peralta Reply

    Hombre , ya ves que si lo recuerdo, fue una experiencia de lo mas desagradable, sobre todo por el dolor que te producía esa salvajada, y encima con mentiras, ¡¡abre la boquita que te damos un caramelito!!.
    Cabr…….nes,

    28 junio, 2013 at 11:53
  • peralta Reply

    Después de el trauma , te vienen con heladitos que ni siquiera puedes lamer por el dolor tan inmenso que tienes en la garganta.
    Atajo de bestias.

    28 junio, 2013 at 11:54
  • peralta Reply

    ah, se me olvidó a mi me las quitaron en una clínica de pago, el mismo médico que recomendó que me las extirpasen años después me instó, el muy capullo, a que se las quitase a mi hija también, ni que decir tiene que me negué rotundamente y mi hija gracias a Dios no tuvo que pasar por ese trago , nunca mejor dicho.

    28 junio, 2013 at 11:58
  • Mariwelita Reply

    A mi me operaron de las amígdalas con 8 o 9 años, en el 76 o 77, en una clínica que había en la Plaza Mayor y que ya no existe, pero cada vez que paso por delante de donde estaba me acuerdo. Entré yo solita por mi propio pie con mi sábana y mi toalla debajo del brazo, sin llorar ni nada. Después una enfermera, creo, me envolvió en la sábana, se sentó en una silla y me puso entre sus piernas, así atada para que no me moviera. Después llegó el médico, me puso un aparato en la boca para que no la cerrara y luego, sin anestesia ni nada, me arrancó amígdalas y vegetaciones y yo llorando a moco tendido del dolor y tragando sangre, que luego vomité de vuelta a casa en el taxi con mi madre y mi tía. Para eso era la famosa toalla. Recuerdo el dolor insoportable cada vez que quería hablar o tragar algo, lo único bueno de ese recuerdo es que mis vecinas me traían helados y gelatinas frías para comer. Lo malo es que desde entonces sufro de faringitis crónica o laringitis y pierdo la voz fácilmente.

    6 julio, 2013 at 02:36
    • Marcos Reply

      Y yo pensaba que lo mío era un caso aislado, jajajaj, qué iluso era.
      Esta fue mi operación de vegetaciones sin anestesia:
      Corrían los años 75-77 cuando contaba con 5-7 añitos, porque no recuerdo la fecha, y me lleva mi madre a la ya cerrada Clínica Los Nardos. Me pasan a una especie de sala de curas con la promesa de darme a la salida un caballito. Dentro había 3 ó 4 personas. Uno vestido de enfermero se sienta en una silla y me dice, “ven, siéntate encima de mí”. Me pasa una sábana por detrás de la espada, me amarra los brazos, y con una de sus piernas inmoviliza las mías. Me meten una especie de “gato” o abrebocas y el médico le va dando a una palanquita hasta que noto que casi me desencaja la mandíbula. En ese momento empiezo a chillar como un cochinillo, me meten algo en la boca, y ya lo que recuerdo es que empiezo a echar sangre por la naríz y boca como un desalmado. Me liberan, nos vamos a casa, y en el camino de vuelta lo único que pensaba era: “os podéis meter el caballito por el culo porque yo ahí no vuelvo”

      19 febrero, 2014 at 15:52
  • Yolanda Reply

    Yo también soy de las operadas sin anestesia, en un centro de salud de Orcasitas, en el 79 o 80. Lo recuerdo perfectamente. Estaba sentada en las rodillas de un enfermero que me sujetaba, con una sábana o una toalla alrededor. El médico que me operaba me metió en la boca una especie de alicates. Cerré la boca porque necesitaba traga saliva y me gritó ¡ABRE LA BOCA!. Dios, todavía oigo ese grito. No recuerdo el dolor. Luego tuve que escupir en una papelera y creo que estaban las anginas de otro niño.

    22 marzo, 2014 at 20:30
  • Olga Reply

    Yo estaba mala con las anginas todos los meses, y con fiebres altas, así que en mi caso sí fue necesario. Me operaron en el hospital La Paz, y no tengo ningún mal recuerdo de la operación, pero sí del dolor de garganta de después….

    22 marzo, 2014 at 20:37
  • Abel Reply

    De anginas y de carnots… Por los carnots también pasamos casi todos…

    22 marzo, 2014 at 20:38
  • Isabel Reply

    Tal cual! Pero igualito-igualito! Incluida la imagen del hombre con la mascarilla y las luces. La tengo grabada en la mente, y eso que tenía solo dos años.

    22 marzo, 2014 at 20:38
  • macarrasquilla Reply

    Hola. He leído algunos comentarios y los casos que contáis son parecidos al mío. Yo soy de 1975, no recuerdo exactamente cuando me quitaron las anginas (tengo que preguntárselo a mi madre), pero tendría entre 5 y 8 años, igual que como contáis por aquí. Yo soy de un pueblecito de Toledo y recuerdo que las anginas me las quitaron en Talavera de la Reina. El doctor se llama Jesús García Ahijado y es un reconocido otorrinolaringólogo de Talavera (que además tiene familia en mi pueblo, más adelante comentaré la coincidencia). Pero no me quitaron las anginas en el Hospital del Prado donde el trabajaba, sino que también tenía consulta privada en su casa (o en una casa que tenía alquilada). Eso en los ochenta era muy normal, la gente en lugar de ir por la Seguridad Social iba a la consulta privada de los especialistas que eran los mismos que por la mañana tenían consulta en el hospital público (también me pasó lo mismo con el médico de la alergia). Tu madre le soltaba 10.000 o 15.000 pts por la consulta y así han medrado muchos de éstos.
    Bueno, pues recuerdo que en la habitación de esa consulta privada me tuve que sentar encima de mi padre. El me abrazó para que no me moviera y el Dr. García Ahijado, ¡sin anestesia!, con un aparato en la cabeza/ojos (una especie de linterna/lupa) me metió unas pinzas o especie de tijeras en la boca y me quitó las anginas que depositó en una especie de plato/palangana de metal. Luego me iba introduciendo con esas tijeras muchas gasas y algodón para que dejara de sangrar.
    Y la coincidencia de la que hablaba antes, es que este doctor es primo de la que luego sería mi suegra. No sé si primos hermanos o primos segundos, pero este doctor y mi suegra (ambos viven todavía) son familiares.

    22 marzo, 2014 at 20:49
    • Ana Reply

      A mi me operaron en el ambulatorio, pero tampoco me anestesiaron, eso sí, me ataron y me pusieron algo en la boca para que no pudiera cerrarla.

      22 marzo, 2014 at 21:04
  • yolanda Reply

    toda la vida pensando q no era posible y resulta q todos lo vivimos igual jajajaja nunca se me olvidara ese gigante verde diciendo no te preocupes guapa sopla aqui y te vas con tu mama y es lo ultimo q recuerdo porque era la anestesia jajaja cuando desperte ya estaba en la cama de la habitacion del hospital y por supuesto a casa yo tuve mas suerte q algunos yo si me hinche a helados xd

    22 marzo, 2014 at 20:51
  • Ana Reply

    Yo lo recuerdo muy bien, en realidad logré escapar de la enfermera y huir escaleras abajo del ambulatorio, hasta que tropecé con la sábana en que me habían envuelto, un recuerdo horrible. Yo tenía cinco años, era 1970.

    22 marzo, 2014 at 21:02
  • SUSANA Reply

    Yo recuerdo sentarme y al despertar, tenía una sábana blanca encima manchada de sangre y decirme que no podía hablar. Me pasé el camino de vuelta hablando sin parar, iba con mi madre y mi abuelo paterno, pidiéndole que me comprara una muñeca. Por cierto, la muñeca todavía la conservo..

    22 marzo, 2014 at 21:07
  • Ana Reply

    Menos mal que yo me libré de eso… soy del 77

    22 marzo, 2014 at 21:16
  • Anónimo Reply

    Pues a mi en el 75…le dia que murio Franco, que yo no sabia ni quien era.Y estuve muy muy malita, porque tuve hemorragias y los medicos no se dieron cuenta hasta que empece a vomitar sangre…. uuuufffff !! Lo recuerdo todo perfectamente y solo tenia 5 añitos…

    22 marzo, 2014 at 21:21
  • Toñi Reply

    Ufff,que mal rollo leer vuestras experiencias!! No entiendo porque lo hacian de esa forma tan brusca para unos niños tan pequeños…
    A mi hermano y a mi nos operaron juntos,de anginas y carnos (no se si se escribe asi jiji) Tenia 2 años y mi hermano 3 año 76. En un hospital, solo recuerdo estar en una habitacion (quirofano) tumbada en una cama con mi hermano al lado y una enfermera que solo se le veia los ojos echar un spray encima de nuestra cara, y mi hermano bostezando y durmiendose ajajajaj Y yo preocupada por si nos regañaban por dormir pero tenia muchoooooooooooo sueño, asi que al final dije “señorita tengo mucho sueño,puedo dormir?” Y ya no recuerdo nada mas.
    Una duda que tengo…los que estais operados sois mas propensos a pillar broquitis???
    Porque mi marido que tiene la misma edad,jamas!!! Pero yo en cuanto me resfrio como me descuide broquitis al canto… y siempre lo achaco a no tener anginas, que hoy en dia se sabe que son unas buenas defensas….

    22 marzo, 2014 at 21:53
    • Toñi Reply

      Queria decir que mi marido que tiene la misma edad que yo y no esta operado jamas pilla bronquitis…

      22 marzo, 2014 at 21:55
  • Juan Antonio Reply

    Pues yo solo recuerdo estar en el ambulatorio con mi abuela, me llamaron y pase solo, delante de mi habia una silla y el medico el cual me dijo que me sentara, cuando lo hice se cerro la puerta y escondidos habria uno o dos auxiliares, no recuerdo bien cuantos, solo se que me ataron a esa silla con una sabana blanca, el medico se acerco me echo algo en la garganta y no recuerdo mas, solo se que alli se quedaron mis anginas y mis vegetaciones. Que afortunado soy de que mi cerebro me oculte todo lo que paso en el momento de atarme a esa silla.

    22 marzo, 2014 at 22:04
  • manuel Reply

    Me operaron en Mayo del 82, y que afortunados los que pudieron flipar con el monstruito. Yo recuerdo la cara del medico del ambulatorio de Aviles y de como me inmovilizaron con una sabana a modo de momia (que tuvo que llevar mi madre). Y así eran las técnicas: a las bravas. Eso si, me puse fino de natillas frías……

    22 marzo, 2014 at 22:29
  • M.A. Reply

    Mi “operación” de amígdalas fue a finales de los 60, con 6 añitos. Se hacía en el hospital, pero no en un quirófano, sino en una sala por donde íbamos desfilando, uno tras otro, un montón de niños y niñas Te las arrancaban -literalmente-en 5 minutos, y volvías a casa con un dolor de garganta que superaba tooodas las amigdalitis padecidas hasta entonces, escupiendo sangre y con el trauma imborrable que te producía que un desconocido te sentase sobre sus rodillas inmovilizándote, mientras una enfermera gorda y horrenda te obligaba a abrir la boca para meterte en ella un aparato frío que de repente te hacía un daño espantoso, y luego lo sacaba y te metía sus dedazos para sacar algo ensangrentado, echarlo en una bandeja y mandarte escupir. Luego te tapaba la boca con una toalla (creo recordar que había que llevarla de casa) y hala, a casita a reposar. En mi caso no tomé helados, quizá es que era invierno y entonces sólo se vendían en verano. Recuerdo perfectamente aquel día, a pesar de losaños transcurridos…hoy en día estaría penado hacerle algo así a un crío.

    22 marzo, 2014 at 22:31
  • Gema Reply

    Yo recuerdo perfectamente la operación…me dejó traumatizada…estaba a punto de cumplir 4 años y después de la operación veía una bata blanca y no sabía donde me iba a meter…lo superé con el tiempo pero tengo muy presente en mi memoria a la enfermera rubia y gordita que me agarraba mientras el médico me arrancaba a dolor “los tomates”….

    22 marzo, 2014 at 23:01
  • Nuria Reply

    A mi me sentaron encima de alguien con bata verde. Y una señora gorda y gigante, bruta como ella sola, me las extirpó y me las ENSEÑÓ sin yo pedírselo, diciendo: lo ves tontita como era verdad??? Grrrrrrrrrrr. Eso no se me olvida y la palangana metálica tampoco. Ni tampoco la recompensa de mis padres x el shock. Una bata xa el hospital. Y yo feliz en mi inocencia. 3 años. En fin… Xa q al cabo de los años te digan, q como te las quitasTE (claro yo de motu propio) es x eso q tienes faringitis crónica. Jajaja. Eso si, lo ves con distancia y te ríes. Y te asombras de tanto cambio.

    23 marzo, 2014 at 06:40
  • victor Reply

    A mi me las quitaron en el 76 y como bien decis ibamos los crios uno detras de otro en el ambulatoriopero con una pequeña diferencia, a mi me lo hicieron ¡¡¡SIN ANESTESIA!!!
    Y os puedo asegurar que no senti nada y ademas sali hablando de la consulta.

    23 marzo, 2014 at 11:34
  • maria Reply

    Jolin, veo que la mayor parte de nosotros hemos tenido más o menos la misma experiencia traumatica. A mi me las quitaron en octubre del 84 y tenía 5 años. Estaba acojonada porque en la puerta de al lado se oían unos gritos angustiosos y de pánico, cuando me llegó el turno entré muerta de miedo, el médico que me las quitó era otorrinolaringologo y tenía un ojo de cristal, cosa que me asustaba mucho, recuerdo q me envolvieron en una sábana a modo de camisa de fuerza me hicieron cruzar los brazos Cómo si quisiera tocarme la espalda con el brazo contrario y me sentaron encima de un señor q supongo q sería el celador, después cogieron una especie de pinzas y me engancharon la lengua me echaron un spray en la lengua y acto seguido el del ojo de cristal cogio una especie de tenedor con dos púas y doblado y me arrancó las anginas sin miramientos, después me pegó unos cortes en el paladar y por ahí me sacó como unas hebras largas que después me dijeron q eran las vegetaciones. Me pusieron varias toallas en la boca y a los 10 minutos tenía q volver a entrar para comprobar q no se habían dejado nada tuve fortuna y no me tuvieron q volver a operar, creo q fue ahí cuando se me adormecio la boca lo pasé fatal, después de eso me ha resultado imposible ir al dentista, es sentarme en el sillón y cuando se acerca con el espejito me pongo a botar y a sudar del miedo q me entra, intento superarlo pero ese recuerdo es muy doloroso y traumatico y no lo consigo, a día de hoy con 35 añitos tengo la boca echa un cristo y no puedo ir. Estos son de los recuerdos q yo borraría

    23 marzo, 2014 at 12:04
  • pilar Reply

    Por lo k veo soy una de las afortunadas k pasó por quirófano. Tendría unos 3 ó 4 años, y recuerdo compartir la habitación con un bebé de un añito o así, y su madre jugando con él. Recuerdo entrar en el quirófano, anestesiarme y cuando desperté me dolía mucho la garganta. Lo mejor es k me hinché a helados, yo no sufrí ningún trauma.

    23 marzo, 2014 at 20:41
  • fimosis en los niños Reply

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    16 abril, 2014 at 06:11
  • Yossi Reply

    En mi caso una cosa muy curiosa de la vida.. resulta que cuando era peque y me operaron de las amigdalas.. el anestesista resulta que era el abuelo de quien hoy dia es mi pareja. Recuerdo que me decia, infla el globito.. y yo estaba tan aterrado que arrancaba el globo negro. El pobre senyor, no se ni como me pudo dormir al final :)

    que cosas!!!

    24 abril, 2014 at 20:54
  • Patricia Reply

    A mi me llevaron a un médico que me sentó en una especie de silla reclinable, como la de los dentistas. Creo que me anestesiaron la zona, pero con muy poco resultado porque me dolió un montón. Yo estaba acojonada y él introdujo en mi boca ese aparato, agarró con él la amígdala y zás! Yo en ese punto estaba gritando desesperada y revolviéndome de tal manera que el hombre estaba sudando y pidiendo a mis padres que me sujetaran bien fuerte. Cuando sacó la primera amígdala, una bolita sanguinolenta, la puso en un bote de cristal y fue a por la otra. Yo me negué con toda mi alma, mi cuerpo y mi voz, llorando. Pero a ver, me sujetaron, me abrieron la boca a la fuerza y tuve que soportar lo siguiente. El médico les dijo a mis padres que yo era la peor paciente que había tenido en su vida. Fue horrible, tanto que me acuerdo con bastante detalle y sólo tenía 5 años.

    25 abril, 2014 at 12:59
  • Ana Reply

    Lo que más recuerdo de la operación, fue en el 73, son los brazos de mi padre llevandome a casa, a pesar de que sabía andar perfectamente (tenía cinco años) Pero desde luego lo que más me gustó fue la campanilla que tenía en la mesilla de noche para avisar de que quería algo y cuando llegaba mi madre escribir en un cuaderno todo aquello que se me ocurría. Era una tortura no poder hablar en unos cuantos días

    2 mayo, 2014 at 10:18
  • Juan Carlos Reply

    Para mí ha sido uno de los primeros recuerdos que conservo más claramente. Tenía 5 años, 1970, en la sala de espera tuve que escuchar los gritos de 2 niños que pasaron antes que yo, les ví salir llorando y sangrando como cerdos con toallas tapando sus bocas empapadas en sangre. Cuando me llegó mi turno me senté muy sumiso y acojonado en una silla de madera llena de correajes de cuero para las manos y los pies, era como una silla eléctrica. Me pusieron los correajes de las manos y me colocaron un cachivache de acero en la boca para que no la pudiese cerrar, directamente una enfermera me sujetó la cabeza fuertemente hacia atrás, no me pusieron ningún tipo de anestesia, ni de gas ni inyectado. El cirujano se abalanzó hacia mi provisto de unas pinzas y unas tijeras quirurjicas y procedió a estirparme la primera amigdala, el dolor era indescriptible, insoportable, empecé a chillar y a dar patadas en las espinillas al doctor, hasta que terminó la primera intervención, la enfermera corrió a fijarme las piernas con las correas y volvió el cirujano para terminar su sangría, estaba aterrorizado, más aún sabiendo lo que me esperaba, inmobilizado e indefenso volví a sufrir la misma tortura. Durante la intervención apenas podía respirar, me ahogaba con mi propia sangre, me retiraron el herraje de la boca y me pusieron una palangana para escupir la sangre, y me metieron 2 trozos de hielo en la boca y mi madre sacó una toalla blanca que enseguida se volvió roja, Me libraron del potro de tortura y me dieron permiso para irme. Mi madre me llevó a la calle, cogió un taxi y para casa, la toalla chorreaba literalmente sangre. El postoperatorio fué muy doloroso, mi madre tenía una buena provisión de polos y helados, a mi me encantaban, pero era incapaz de llevarmelos a la boca por el intenso dolor. Lo único que me aliviaba el dolor era ver el programa “La casa del reloj” y los Chiripitifláuticos. Dos semanas después estába como nuevo y un poquito más traumatizado.

    12 mayo, 2014 at 10:25
  • Jose Reply

    Que recuerdos madre mía…el día que me las quitaron a mí me llevaron al ambulatorio me sentaron en una silla gas que te crió en la boca y te extirpaban las amígdalas y las veías en la palangana;inmediatamenete después toalla en la boca mientras no dejabas de sangrar como un cerdo y a comer cosas frías y eso…que recuerdos

    12 junio, 2014 at 13:45
  • Edu Reply

    Pues a mi me operaron en el 88 y si que recuerdo despertarme a mitad de la operación, cosa que toda mi familia dice que es imposible, pero yo lo recuerdo perfectamente. El tema del postoperatorio… pues la verdad que las pasé canutas, dolor por un tubo,afonía etc… pero eso sí, me puse morao a helados y batidos jajaajja.

    14 octubre, 2014 at 22:26
  • jorge Reply

    Años 50 o 60 , tal es el trauma que ya no me acuerdo, esos insensibles hijos de puta que seguro no se meterian ellos semejantes guillotinas en la boca. Desesperados por estrenar sus herramientas de tortura, compartiendo la violencia con un equipo de enfermeras de blanco que te llevaban engañado , diciendo que no te hiba a pasar nada . Ustedes creen que no les quedo ningun trauma ?? . es su vida normal ??. No pretendo que me respondan , solo piensenlo .

    6 febrero, 2015 at 05:23
  • Nagore Reply

    Uffffff….yo me acuerdo de todo y eso que fue en el 83 con 3 años, pero lo que más me viene a la cabeza es todas las toallas manchadas de sangre y después en la cama los helados que me comí.

    19 febrero, 2015 at 11:56
  • ximena Reply

    A mi me operaron más o menos en el 83 con 3 o 4 años. Anestesia local con el abre bocas ese( vi que metían la inyección en la garganta) tirón, corte me las enseñaron y a la habitación conmigo chillando (a saber como) que me habían arrancado mi lengüita. Eso sí del trauma que coji cuando me operaron con 9 años un ojo, le di en los cataplines tal patada al anestesista que fijo que se aun se acuerda de mi

    22 febrero, 2015 at 15:24
  • mamen Reply

    Pues yo me tengo que operar y estoy cagada, supongo que hoy en día es una tontería leyendo vuestros comentarios me he quedado un poco mas tranquila, pienso que si a algunos de ustedes os lo hicieron sin anestesia y pudisteis aguantar, ahora que lo hacen todo sin que se entere una no me tengo que preocupar, pero soy muy cagona con este tipo de operaciones y hace mas de 4 años que tengo este problema , dolores infinitos de garganta me tranquiliza si me contestáis que no me preocupe que es una tontería de operación al lado de muchas otras

    12 abril, 2015 at 09:55
    • Anónimo Reply

      Por cierto, tengo 19 años

      12 abril, 2015 at 09:56
  • David Casamayor Rueda Reply

    A mi no me han operado de las anginas pero si criptorquidia bilateral

    30 octubre, 2015 at 15:37
  • Elena Reply

    A mí me operaron con 8 años, con anestesia local, recuerdo que veía una ruleta que giraba con el pato Donald y que me pegaba como bofetadas. Supongo que f
    fue fruto de la anestesia. Finalmente desperté en una cama, con una toalla llena de sangre, no paraba de sangrar
    Lo bueno es que después me dieron helado.

    21 enero, 2016 at 08:05
  • Tronaso Reply

    Hasta hace poco que salió el tema en una tienda, creí que me lo había inventado todo. Todo ese horror de sábanas atándote, aparato en la boca, pinzas retorciendo las amígdalas, la sangre borboteando en la garganta, el dolor infinito… No había helados que lo calmasen, ni Phoskitos! Mis padres siempre lo negaron, supongo que sentirían algo de culpabilidad. Nos mutilaron a mí y a mi hermano a la vez. Tan tristes nos verían, los dos juntos en la misma cama y sin querer comer “nada”, que prometieron comprarnos unas bicis bh. Y cumplieron. La mía verde y la suya azul!. Nos costó durante años utilizar cubiertos metálicos sin tener ganas de vomitar. Mi hijo no se lo cree!

    12 marzo, 2016 at 10:21
  • Josema Reply

    Hola, tengo 25 años hace un mes que me operaron, veo q hay gente que hace años que operaron, yo ya cada 15 dias tenia las anginas inflamadas, fiebre, dolor, pus… me gustaria saber de la gente q operaron os solucionaron el problema?

    17 noviembre, 2016 at 03:44
  • Maria Rosario Berbel Garcia Reply

    A mi me operaron con 3 años,lo veo aun tal como fue,lo que nunca entendi es en que tipo de clinina operaban,aquello era como un piso,claro,ahora entiendo que era el ambulatorio,no era en mi pueblo,yo le preguntaba a mi madre por que me operaron fuera de un hospital y eso que sitio era y la unica explicacion era,yo donde me mandaron,yo que se,gracias a este post lo he entendido

    22 marzo, 2017 at 14:00
  • Carlos Reply

    Yo soy otro, pero tuve menos suerte, a mi casi me cuestan la vida. Yo fui uno de esos porcentajes en los que el posoperatorio podia salir mal y me toco s mi. Casi muero desangrado al no cerrarse lss heridas de las puñeteras amigdalas que yo creo estabsn muy bien donde estaban. Yo me siento un MUTILADO DEL SISTEMA NACIONAL DE DANIDAD, señores. No se vosotros, pero yo temo horrores al otoño e invierno, ya que llega mi puñetera pesadilla de los horribles dolores de garganta con fiebreve inflamacion de gsnglios por aquellas mentes prodigiosas que decidieron que habia que extirpar las amigdalas a nuestra generacion….. Bien podiamos crear una ASOCIACION , que os parece? Creo que nos lo deben…. decidme algo.

    6 diciembre, 2017 at 23:57
  • José Cervantes Reply

    Mi experiencia a los siete años fue pavorosa. Quedé traumatizado y cada vez que me llevaban a un médico creía que me iban a operar de nuevo. El oroblema fue que mis padres no me prepararon: “esta mañana no vas a ir al cole y te llevamos de paseo”. Y me llevaron a una clínica. Y en la sala de espera me agarraron y me arrastraron hacia un pasillo que llevaba al quirófano. Yo gritaba con todss mis fuerzas pidiendo ayuda y mus padres, sentados, me miraban muy serios, sin responder, eran dos figuras de cera desconicidas por mí. Y luego el horror: mascarilla, bisturí, mucho dolor y mucha sangre. Yo, a mis siete años creí que me estaban matando. Ya en casa me contaro lo qué había ocurrido y me mimaron a base de helados. Jamás he olvidado tan terrorífico episodio. A los niños siemore hay que contarles la verdad usando buenas estratégias psicológicas.

    21 junio, 2018 at 07:26
  • Loli Reply

    Tengo 54 años y me quitaron anginas y vegetaciones al mismo tiempo en el ambulatorio de la calle Pontones (Madrid) junto a otros dos hermanos, total a tres a la vez. Recuerdo como si fuera ahora mismo: me nombraron y al entrar por una puerta un tio me envolvió en una sábana y me puso en sus piernas, él sentado en una silla ortopédica metálica y otro tio con una cinta en la frente que llevaba un el centro un chisme metálico redondo con un agujero que no se cómo se llama para dejar pasar por el agujerito de la luz de un foco y enchufar a mi boca. El que me sujetaba me abrió la boca a la fuerza tirándome de la mandibula de abajo y esas pinzas largas me arrancaron media garganta. Estuve a punto de morir, no podía tragar nada, tenía tal dolor de oídos que dice mi madre que me daba carreras por el pasillo. Vino un médico a casa a verme y dijo a mis padres que me forzaran a beber suero pero ni por esas, no podía tragar, se me caía hasta la baba, mi padre me tenía que sacar porquería de dentro. Me daban a beber de todo y nada hasta que trajo mi padre una botella de horchata y milagro !! el pobre tuvo que recorrerse un montón de tiendas porque no era fácil encontrala pero así empezé a beber mientras que cicatrizaba esa escabechina que me hicieron. Sin embargo, de mis dos hermanos también operados, uno lo llevó “normal” con molestias pero empezó a beber y a los pocos días a comer pero el otro nada más llegar a casa se puso a comer pan como loco, a ese le daba igual el dolor y el sangrado, a comer XD

    25 octubre, 2018 at 00:39
  • Https://ferrann.com/blog/combate-peor-enemigo-cabello-quemado/ Reply

    https://ferrann.com/blog/combate-peor-enemigo-cabello-quemado/

    A mí también me operaron de anginas en los 80 – Yo fui a EGB

    20 noviembre, 2018 at 07:14
  • mariapgv@gmx.es Reply

    Deberian de haber alguna asociacion que denunciase esto, por muchos años que hayan pasado.. el trauma no pasa, al menos en mi caso. Me ha afectado al resto de mi vida.

    1 mayo, 2019 at 17:51
  • Fran Bolta Reply

    Yo soy de los de la sabana, no recuerdo la anestesia ni los polos, tampoco estaba mi madre para consolarme, nos soltaban en un cuarto lleno de niños conteniendo el llanto y llorando a la vez en sábanas ensangrentadas. Creo que equivocaron la amígdala a extirpar, hoy ni siento ni padezco, soy capaz de extrangular con mis manos viendo como exhalan un hilo de vida mis víctimas… Por lo demás tan normal, no me ha quedado ningún trauma!

    6 agosto, 2019 at 00:40
  • Juan Reply

    A alguien le ha pasado que esta sufriendo los efectos secundarios de ello??? Me refiero a bronquitis y demás enfermedades de las vías respiratorias bajas. No se si me explico, ahora no nos duelen las anginas, pero el problema se traslada a los pulmones y bronquios. Creo que no hicimos buen negocio con la dichosa operación de anginas. Por no hablar de que se olvidaron una gasa dentro. Por suerte puedo contarlo, de momento.

    25 septiembre, 2019 at 11:03
  • Farah Jones Reply

    Hola, estoy investigando sobre posibles secuelas a futuro por la cirugía, a mí me las sacaron y ahora en la adultez tengo problemas como dolor de garganta diario en la mañana, no puedo retener el agua fuera de mi nariz cuando nado, tengo voz chillona, no me enfermo muy seguido, pero quería saber si alguno de ustedes sufre de algo así. Saludos.

    5 octubre, 2019 at 17:23
  • Carlos Reply

    A mi ,sin anestesia ..pero también recuerdo dos cosas….una…que le di un mordisco en la mano al médico, y no le quería soltar..le mantuve la mano en mi boca…como 10 minutos…y apretando…porque el me hizo daño cuando metió las pinzas….y yo por miedo a que me volviera hacer daño…no le quería soltar.
    Todas las enfermeras.. me decían…..BONITO ABRE LA BOCA…al final..después de 10 minutos…me convencieron con un coche que me i antes a regalar si abría la boca y abrí…..muy mal…no tenía que haber abierto…porque me lleve un tortazo del médico….
    Me pusieron una especie de gato en la boca y me abrieron a la fuerza….me termino de cortar las amígdalas…me puso la toalla, que llevábamos cada uno debajo del brazo….en mi boca…y para casa…..
    Esa fue mi operacion de AMIGDALAS.

    24 enero, 2020 at 17:44
  • Salvarito. Reply

    Solo recuerdo de la operacion que me sentaron en una silla , luego me cortaron las amigdalas y las eche en una especie de cubo que estaba en el suelo al lado de la silla.
    Lo malo es que tube que entrar otra vez por que quedo algo sin cortar.
    No recuerdo dolor, seria por la anestesia.
    Lo mejor la semana que estube en la clinica, creo que estaba en el palo.

    16 febrero, 2021 at 17:05
  • Toni C Reply

    En mi caso me acuerdo de todo, 25 de enero del 78, tenía 7 años, Hospital San Jorge de Cornellá (Barcelona) se cerró hace años, no me estraña. Era el 5º de una lista de al menos 12 niños, cuando entré en el quirófano con baldosas verdes había al menos 2 niños escupiendo sangre por la boca en una especie de lavaderos cutres, me sentaron en una silla muy grande metálica, spray en la boca y con un bisturí en forma de cascanueces asaco arrancaron los anguinas; aún recuerdo el dolor y el sabor de la sangre dentro de la boca, fué dantesco. Cuando llego a la habitación como pude le explico a mi madre que me habían hecho mucho daño, la respuesta del doctor fué “es que las tenía muy agarradas y costó un poco” … lamentable. Estuve ingresado 2 días y compartiendo habitación con un niño que se llamaba Vicente, por la noche ibamos a la habitación de un señor que estaba viendo Starky y Huch. Como han comentado tomar muchos polos de hielo para aliviar. Para finalizar el día antes de marchar para casa nos hicieron una revisión a todos los niños y me tocó entrar el primero, temblando de miedo, lo bueno fué al salir y decirles al resto que solo era una revisión, me quedó con la imagen de los otros niños resoplando aliviados.

    22 diciembre, 2021 at 22:17
  • Epaminondas Reply

    Alguna autoridad médica debería dar alguna explicación de aquella moda salvaje de sacarnos las amígdalas sin ton ni son a los niños de los 70. Un fenómeno de maltrato infantil masivo del que no se habla.

    En mi caso, con seis años, se suponía que me aplicaron anestesia local, con una jeringuilla de vidrio espectacular que me clavaron un momento antes en la garganta, pero si era anestesia poco efecto hizo porque cuando arranxaron las amígdalas bien que dolió. En vez de anestesia de verdad utilizaron a una emfermera fornida que me sujetaba y un artefacto metálico para que no pudiera cerrar la boca.

    Después de las amígdalas me engañaron para que volviera a abrir la boca, me dijeron que me iban a sacar la sangre y me metieron un instrumento metálico alargado y me arrancaron las vegetaciones.

    En fin, una salvajada vigesimónica.

    27 diciembre, 2021 at 16:37
  • Pilar Medina Reply

    Yo recuerdo en el hospital de Móstoles,sobre 1983 o así,ir un montón de niños.Tenia que llevar mi madre toallas,íbamos en fila,te sentadas encima de una enfermera,te ponían un aparato en la boca para no cerrarla.Luego te rodeaban con la toalla y te sujetaban…a mí me tuvieron que atar.Sin anestesia,a nadie,te cortaban.luego había cubo verde,dónde escupiamos todos.Y ale,a casa

    8 enero, 2022 at 13:57
  • Pepeluis Reply

    Pues yo recuerdo que me operaron en el ambulatorio (por no decir que me torturaron), sin anestesia, sentado en una silla, mi madre agarrandome, yo envuelto en una sabana para que no me moviera, el medico metiendome esos hierros por la nariz y yo chorreando sangre por todos lados, una locura y luego me ofrecian helados a todas horas pero yo no queria porque me dolia la garganta, muchos polos de limon…

    22 marzo, 2022 at 22:28
  • Elvira Reply

    Esta historia de terror cada vez que la cuento, nadie se la cree. Yo nací en el 89 y me quitaron las vegetaciones en el 92 con 3 años. Por lo que veo soy de las más pequeñas (yo ya no fui a EGB de hecho, si no a la ESO), imagino que sería de las últimas.

    Mi primer recuerdo en la vida es el siguiente: sentada en las piernas de alguien que me sujetaba para que no me moviera y luego el médico que tenía una “linterna en la frente” me metió algo en la boca y empecé a escupir trozos de carne y sangre en una bandeja metálica. Mi madre lo pasó fatal en la sala de espera porque se me oía gritar como si me estuvieran matando. No recuerdo más, pero según mi madre pasé un mes entero horrible.

    Para colmo me operaron mal y no pude respirar por la nariz desde entonces hasta que con 24 años me tuve que operar de amígdalas tras muchas infecciones (con bastante pánico por el trauma que me había supuesto la operación de vegetaciones)…. Y ya conseguí que también me arreglaran esa chapuza tras 21 años respirando por la boca. A día de hoy con 33 me sigue costando respirar por la nariz (básicamente porque necesito aprender aún) y, por ejemplo, no puedo dormir con la boca cerrada.

    Si alguien se anima, denunciamos al Ministerio de Sanidad por traumas y riesgos innecesarios a niños tan pequeños. Es triste que cuando alguien pregunta cuál es mi primer recuerdo, sólo se me venga eso a la mente.

    Por cierto, a mí me lo hicieron en un ambulatorio en Valladolid, nada de ir al hospital…. En el ambulatorio y al acabar pa casa.

    14 mayo, 2022 at 23:17
  • Luis Reply

    Tengo 54 años y sigo lidiando con las consecuencias del trauma enorme que me provoco al operación cuando tenía solo 3 años y me lo hicieron a lo vivo. Teniendo en cuenta que el 90% pasábamos por eso, creo que las consecuencias para las salud mental de la sociedad actual fueron enormes.

    13 junio, 2022 at 09:41
  • Elena Reply

    Pues qué suerte tuviste, porque a mí, en el año 84, en Madrid, me lo hicieron a pelo sin más anestesia que un spray. Tenía 5 años, lo recuerdo como si fuera ayer y todavía se me ponen los pelos de punta.

    29 julio, 2022 at 23:16
  • Perucho Reply

    ¡Gracias! Ahora sé que fue real: trozos de mi carne cayendo en un cubo lleno de líquido sanguinoliento. Será por eso que tengo pánico a hospitales y operaciones.

    15 agosto, 2022 at 12:07
  • Gemma Reply

    Yo lo recuerdo como algo horrible, espere en una sala de espera con mis padres y muy chula me fui con una enfermera que vino a por mi, pero me llevó a una habitación con más gente que me agarraba de pies y manos y no me dejaba ni abría la boca me pusieron un spray que escupi y me enrrollaron en una sabana para no poder mover nada y me rendi y me sentaron encima de ese asqueroso mientras otro me las arrancó con unas tenacillas y dolor y sangre me sentaron en una silla donde sostenía una toalla llena de sangre y me fui con mis padres a casa en el acto y q comiera helados.. Desde ahí creo q me vino la claustrofobia tan grande q padezco.

    31 octubre, 2022 at 00:01
  • Victor Reply

    Yo recuerdo cuando me operaron de vegetaciones. Tendría unos 4 años en el año 81. Lo más traumático es que me rodearon el cuerpo sujetando los brazos con una cuerda muy gorda, y yo pensaba: “por qué me atan si me han dicho que no me mueva y no me estoy moviendo”, después me metieron en la boca lo que para mí era una cuchara. El siguiente recuerdo que tengo es que vomité y el médico se quejó y me insultó. Y las enfermeras me defendieron y reconfortaron. De vuelta a casa en el coche mi abuelo me iba limpiando la sangre con un pañuelo. Al final me acuerdo más de actitudes de gente que del dolor físico, del cual no me acuerdo

    22 enero, 2023 at 18:09
  • Pablo Reply

    Sin anestesia en un sillón de dentista, rodeado por una manta traída de casa, en aquella época en avilés, estábamos todos los niñ@s con problemas de garganta, íbamos a secar a león, para que curásemos, pero tanto viaje a león se terminó con un medico privado que ahorrándose la anestesia y por unas 40.000 pesetas te metía un cucharon que no entraba en la boca, las veces que hiciera falta hasta que tus vegetaciones eran enganchadas y arracadas por aquel raspador infernal, sentía que me ahogada pero no podías hablar ni moverte, la experiencia fue demencial, solo recuerdo después de que me soltaron y mandaron a casa, decirle el medico a mi madre:” es normal que sangre, mas o menos como un metro de charco de sangre”. Por supuesto desde aquel día, odie a unos progenitores que tenían a bien torturarme por no llevarme a león. Y es que la ensidesa de 1980 fue la culpable. y la solución fácil llevarse la pasta el medico de turno.

    8 junio, 2023 at 19:39
  • Verónica Reply

    Yo recuerdo estar sentada y atada en una silla con una bandeja metálica delante. Recuerdo tener a varias personas metiéndome instrumental metálico por boca y nariz. Recuerdo la sangre en la bandeja. Y recuerdo estar luego en la cama de una habitación de hospital escupiendo sangre en un cubo, compitiendo con el niño de al lado para ver quién escupía más cantidad de sangre. Creo que ganó él. Recuerdo a mi abuelo antes de la intervención diciéndome que iban a quitarme el gusano que hacía que siempre estuviera mala. Pero al menos no recuerdo dolor, imagino que algo de anestesia usarían al menos…

    27 noviembre, 2023 at 16:41

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