Pues si, aunque se hacen muchas bromas y no acabamos de creerlo, el presentador (y prácticamente de la familia) Jordi Hurtado cumple años y envejece como todos nosotros. Se conserva muy bien, eso es cierto, pero a lo largo de toda nuestra vida le hemos visto aparecer en la pequeña pantalla casi a diario y, al igual que la periodista Ana Blanco, con un envidiable cambio mínimo de físico.

Pero hoy queremos destapar la verdad, y no hay mejor manera que haciendo un repaso a su trabajo televisivo, desde sus inicios cuando aún éramos niños. También veremos su aspecto actual y descubriremos cómo le ha tratado el paso de los años.

Nació en Barcelona en 1957, con lo que tiene 62 años. Sus inicios en el mundo de la comunicación fue en la radio en programas como Lo toma o lo deja (Cadena SER, 1981), Radio al sol (Cadena SER, 1982) y ya en 1990 en La alegría de la casa. Pero unos años antes de este último programa hizo sus primeros pinitos en la televisión, exactamente en 1985 (con 28 años) en el programa concurso Si lo se no vengo, junto a Virginia Mataix.

Tras un breve paso por Estudio Estadio se puso al frente de un programa, en 1991, que estaba hecho a su medida, Pictionary, basado en el famoso juego de mesa del mismo nombre. Aquí ya tenía 34 años y permanecía casi intacta su imagen de simpático empollón de clase.

Un año después, en 1992, y con 35 años presentó Carros de juego, otro programa concurso donde sigue intacto su carácter afable y sonriente, pero va tomando una imagen más adulta. Envidiable, pero ya no es el chavalito de Si lo se no vengo.

Tras trabajar como doblador, algo que le encanta por su pasión a poner voces diferentes, presentó en 1994 Cómo lo hacen junto a la periodista Almudena Ariza. Pero llegó 1997 y empezó con un programa llamado Saber y ganar, con los 40 ya cumplidos. Aquí ya es todo un señor, si bien su aspecto no parece haber variado desde sus inicios y es por su querencia con las chaquetas y sus corbatas de colores.

Y ya han pasado 23 años y sigue inagotable frente al programa cultural de La 2. Todo un triunfo, por la constancia y los buenos resultados de audiencia. Pero ¿cómo está con 62 años? Pues tenemos que rendirnos a la evidencia, el pelo ya no es tan abundante ni oscuro como en el siglo pasado y por su cara asoman arrugas, pero mejor no se podía conservar la verdad. Así que nada, envejece como todos, pero con una fachada privilegiada, y sin pasar por el quirófano. Felicidades Jordi Hurtado, gracias por entretenernos y enseñarnos tanto durante todos estos años. Ah, y no cambies… mucho.