Los ositos de gominola se quedan huérfanos: ha muerto Hans Riegel, dueño de Haribo
Todas las golosinas del mundo, y muy especialmente los ositos de gominola, están hoy de luto y es que nos acabamos de enterar que ha fallecido a los 90 años de edad Hans Riegel, dueño de la empresa Haribo, en Dusseldorf tras sufrir un ataque al corazón.
Haribo, abreviatura de Hans Riegel Bonn (ciudad donde tiene su sede central), es una de las mayores empresas de golosinas cuyos productos son exportados a prácticamente todo el mundo y fue quien popularizó y convirtió en todo un icono el famoso osito de goma de colores que todos conocemos y hemos comido en infinidad de ocasiones.
La empresa fue fundada por su padre, que se llamaba igual que él, en 1920 y en 1947 se encargó de transmitir a sus dos hijos, Hans y Paul la fórmula secreta de la receta de los ositos de gominola de frutas con la que tanto éxito ha alcanzado.
Hans Riegel hijo estudió Económicas en la Universidad de Bonn y dirigió la empresa durante sesenta y ocho años. Tras la muerte de su hermano Paul en 2009, y un tumor benigno que le extirparon el año pasado, la empresa pasó a ser dirigida por sus sobrinos, Hans Arndt Riegel y Hans Guido Riegel, que son los que continuarán con el negocio a partir de ahora.
Hoy nos pegamos un atracón de ositos de gominola en tu honor. Descansa en paz, Hans.
Vía: Europapress
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Comentarios (6)
¡Qué ricos que están! Ahora, a saber de qué demonios están hechos. Desde luego este señor tenía cara de buena persona, apropiadísima para el creador de los ositos. R.I.P.
Hizo feliz a muchiiiisimos EGBros, a no tantos padres, y tremendamente felices a muchísimos dentistas. Desconozco totalmente a la persona, pero parecía buena gente. Sea como fuere, que tenga la mejor de las travesías.
Los preferidos de mi cachorrete. DEP
Ricos están, y mucho, pero los que solemos comer por aquí no están ni la mitad de buenos que los que se compran en otros sitios de Europa. Los que solemos comer de Barcelona, son más duros y menos ricos que los que hay en Alemania o Reino Unido. Además en Alemania de ricos, son mucho más baratos, la bolsita que compramos por unos 2 euros, allí no llega al euro. Será cosa del agua, como dicen los abuelos, y el agua de Girona no les dá el sabor del agua alemán
Ahora también se toman los ositos de oro de Haribo. Si se cierra la bolsita aguantan blanditos. La dentadura no aguanta las imitaciones.
Os vais a reir, pero yo nunca he probado los ositos de gominola, y la anécdota es peliaguda: Cuando era el cumpleaños de algún compañero y llevaba bolsas de golosinas a clase para repartirlas, cuando mis padres compraban gominolas, o cuando yo iba a comprarlas o simplemente me invitaban… da igual. El caso es que siempre los he tenido delante de las narices y nunca los he probado, ¿Por qué?: De pequeño me daba pena comerme un osito de gominola, eran demasiado ”monos”… Esa manía la sigo teniendo, en especial porque a mi hermano pequeño le compré una bolsa de ositos haribo el otro día, cuando me ofreció uno, volvió a darme pena y no tuve el valor para probarlos… Ridículo, pero gracioso. Saludos a todos