Una de nuestras mayores aficiones y la que para muchos es nuestra mejor medida antiestrés: explotar las burbujas del plástico de embalar, puede estar en peligro.

Hace unos días la empresa que creó este famoso sistema de embalaje en los años 60, Sealed Air, anunció su nuevo invento llamado iBubble y que no es otro que unas burbujas que no explotan. Entonces, ¿alguien sabe dónde está la gracia?

Efectivamente, su principal ventaja es el ahorro de espacio que supone ya que este nuevo embalaje se venderá plano y sin aire en su interior, por lo que ocupa 47 veces menos espacio. Será el usuario el que se tenga que molestar en inflarlo mediante una bomba especial cuyo precio es de unos 5.500 dólares, lo cual me temo que será un gran inconveniente.

En este nuevo papel de embalar las burbujas, en vez de ser independientes, van conectadas mediante columnas por lo que al apretar una burbuja el aire pasa al compartimento vecino sin llegar a explotar y, lo que es más grave, sin hacer ese ruidito que tanto nos gusta.

La noticia de la desaparición del clásico plástico de burbujas ha tenido tanta repercusión en las redes sociales y ha levantado tantas quejás que la compañía que la fabrica se ha visto obligada a comunicar que no desaparecerá del mercado y que convivirá con el nuevo formato. Cada cual que elija el que prefiera.

Nos sentimos mucho más aliviados, yo ya me estaba estresando. ¿A que a ti también te han entrado ganas de explotar unas cuantas burbujas?

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